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La psicomotricidad en la escuela favorece que el niño/a coordine con armonía sus movimientos, descubra y organice el espacio, disfrute consigo mismo, los demás y el material, estructure las acciones en el tiempo y actúe con ritmo. Al mismo tiempo, el alumno/a libera las emociones y les da nombre, deposita la representación de estas percepciones en el pensamiento y ayuda a dar paso a la simbolización.
Hemos estructurado los contenidos en cinco bloques: esquema corporal (conocer su cuerpo), control postural y equilibrio estático y dinámico (control del tono muscular y equilibro); coordinación dinámica (ajustar acciones y gestos a los objetivos que nos proponemos); organización de la lateralidad (consolidación interna del eje corporal); y exploración del espacio y estructuración del tiempo (conciencia del espacio y el tiempo). En cada proyecto, se van combinando actividades de los varios bloques teniendo en cuenta la edad y el desarrollo motrices de los niños y niñas.
Dividimos cada sesión en tres partes diferenciadas pero con un hilo conductor que las relaciona:

o Inicio. La maestra explica en qué consiste la actividad y muestra el material. Los niños/as observan y escuchan.
o Desarrollo de la actividad. Si se considera demasiado larga se puede dividir y continuar en otro momento. Si se considera demasiado corta, se pueden agregar otros ejercicios relacionados con la temática en cuestión.
o Final. Repasamos, entre todos, lo que se ha hecho, ya sea explicándolo o plasmándolo en un dibujo libre. De esta forma, los niños y niñas recuerdan, reviven experiencias y emociones, y elaboran imágenes en el pensamiento.

Las actividades de expresión corporal están destinadas a proporcionar a los niños/as herramientas personales de comunicación y las utilicen con confianza y seguridad, tanto en situaciones reales como ficticias, para manifestar sus estados de ánimo, sentimientos, deseos y necesidades.
Trabajamos la expresión corporal en dos bloques: el juego dramático y la dramatización:
a) Juego dramático: juegos pensados y dirigidos a trabajar la postura, la mirada y la expresión del rostro, el gesto y el movimiento.
b) Dramatización: representación de un cuento para utilizar de cara a un objetivo más concreto todos los recursos expresivos que se han ido descubriendo.
Cada trimestre se trabaja ambos bloques. Durante la primera mitad del trimestre, el juego dramático y durante la segunda mitad, la dramatización.


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